Autora: María Emilia Tijoux (editora)
Editorial: Lom ediciones.
Reseña: La crítica a los movimientos sociales, respecto de su falta de programa (que no es lo mismo, se entiende, que sus estrategias) se vuelve rápidamente secuaz del poder instituido, tanto como quienes han buscado definir categorialmente al movimiento social para capturar su futuro o de aquellos que dotan a sus partidos políticos con el nombre de movimiento para designar un estar fuera de la lógica partidista. El movimiento social es lo inasible aunque muchas veces gobernable. Puede fracasar, y de hecho hasta hoy la derrota ha sido parte fundamental de su dialéctica. Por eso es que en nuestros días, cuando el gobierno sobre la vida ha llegado a un nivel impensable décadas atrás, tanto más necesaria se vuelve la aparición de los movimientos sociales y, por cierto, la reflexión sobre su lugar en la transformación social. Hacerse cargo de pensar un nuevo uso de lo común es, en este sentido, el reto político que debe asumir nuestra generación y las que vienen.