Autor: Manuel Vicuña Urrutia.
Editorial: USACH.
Reseña: Desde la travesía que Diego de Almagro y su gente emprendieron para dejar atrás un territorio que había frustrado sus sueños de conquistas, el desierto de Atacama comenzó a perfilarse como un espacio al margen de cualquier cartografía, territorial o mental. Hasta las últimas décadas del siglo XIX, tiempo en el cual comenzaron a explotarse sus riquezas, el desierto permaneció como una frontera cuyos paisajes compartían la irrealidad de los espejismos. Pero mediante el esfuerzo por describirlo, se fue creando un nuevo paisaje, amalgama formada sobre la base de la naturaleza y la percepción humana. Al tratar esa relación, este libro revela en qué medida el esfuerzo realizado a fin de incorporar el desierto a la configuración mental de los chilenos, forma parte de la historia intangible de Chile.